Este es el título a una actividad sencilla y simple que persigue dos objetivos fundamentales: el primero, ir más allá de esa primera palabra (generalmente sustantivo, adjetivo o incluso verbo) que se te pasa por la cabeza la hora de expresarte por escrito. El segundo objetivo iría más ligado a la búsqueda de la belleza en aquello que redactamos.
Proponemos una sencilla oración, por ejemplo:
El niño es rápido.
Desde esa propuesta, pedimos buscar sinónimos de la palabra "rápido"(veloz, raudo) y los situamos en una escala de 3 peldaños en función de cuál de esas palabras nos parece más "elevada". Resulta muy curioso como, en la mayoría de casos, los niños y niñas tienen ese "sexto sentido" para graduar los vocablos adecuadamente. En este caso, el escalón más alto sería para "raudo", seguido de "veloz" y terminando por "rápido". No solo estamos sacando de su memoria a largo plazo vocabulario que conocen pero no suelen usar cuando se expresan de manera oral, sino que les animamos a elegir para la redacción esa palabra que luce más y mejor, que resulta más bonita (bella, preciosa) en términos de escritura.
Podemos ir complicando el ejercicio con diferentes palabras de la misma frase u oración, para escribir de maneras distintas lo mismo y escoger finalmente la que nos resulte más atractiva.
El niño es veloz.
El niño es raudo.
El muchacho es veloz.
El muchacho es raudo.
El zagal es veloz.
El zagal es raudo.
El zagal corre veloz.
El zagal corre raudo.
